Uno a uno, todos los gestos de dolor de Mary Donaldson al ver las imágenes de Federico de Dinamarca y Genoveva Casanova

0

Federico, de Dinamarca (55 años) y Genoveva Casanova (47 años), se convirtieron en la noticia que más revuelo causó en los medios internacionales el mes pasado. Lecturas publicó en exclusiva fotografías del encuentro entre el príncipe danés y la mexicana en Madrid. A medida que se conoció la información, la atención comenzó a centrarse en el entorno de los protagonistas, específicamente en Mary Donaldson (51 años), esposa de Federico y madre de sus hijos. Durante las actividades posteriores a la exclusividad, Mary sabía que todas las miradas estarían puestas en ella y, por ello, demostró una elegancia y calma que no todos podemos mantener.

Y sobre todo, la princesa sabía que tenía que ser una buena anfitriona con sus invitados reales y no ceder ante el nerviosismo o la tristeza. Un poco en la línea del comunicado de la Casa Real, en el que mantuvieron una equidistancia en relación a los hechos revelados. “Durante años hemos mantenido una política de no comentar ni confirmar ningún detalle relacionado con asuntos privados. Además, nos gustaría enfatizar nuestro compromiso de respetar la privacidad de los miembros de la Familia Real, incluido el Príncipe Heredero”, decía la carta. .

GTRES

Sin embargo, desde que las imágenes salieron a la luz, la australiana ha dejado escapar varios gestos de dolor que no puede ocultar pese a toda su serenidad y saber comportarse. Unas expresiones y movimientos que han dejado al descubierto su estado emocional y que hacen pensar que el futuro del matrimonio real está en entredicho.

Mary Donaldson toca constantemente su anillo de bodas

Tras la primera aparición tras la exclusividad, los herederos del trono danés y los reyes de España visitaron el Centro de Arquitectura Danés. Allí, Federico y María explicaron a Felipe VI y Letizia la misión de ese espacio y todo lo que allí había. Recorrieron sus habitaciones y se tomaron la foto correspondiente. Sin embargo, hubo un gesto que el australiano repitió constantemente durante aquel evento.

Mary siguió juntando las manos y tocando el anillo. Hubo momentos en que incluso giraba con su propio dedo. Un movimiento que deja claro el nerviosismo y el dolor de la princesa por las informaciones que han salido a la luz y la presión de tener cámaras y medios siguiendo cada paso.

Gtres

La distancia marcada entre Federico y Mary Donaldson

Si bien tanto en la cena del martes como en los eventos del miércoles Federico y Mary quisieron mostrarse naturales y tranquilos, lo cierto es que vimos un cambio radical en sus interacciones. En los días anteriores, la pareja había demostrado una gran complicidad institucional, con miradas cómplices y perfecta sincronización. Algo que no continuó tras ver las fotos con Genoveva.

Mientras Federico intentaba conversar y acercarse en algunas ocasiones a su esposa, María marcaba una clara distancia que no había existido en días anteriores. La australiana intentaba apartar la mirada cuando su marido estaba cerca y pasaba gran parte de su tiempo en compañía de la reina Letizia, quien resultó ser un apoyo a la sombra de la princesa. Incluso hubo un momento en el que, tras terminar una fotografía oficial, Donaldson se acercó a la reina de España.

GTRES

Mary Donaldson se apresura a subir al coche.

Al final de probablemente la cena más incómoda de sus vidas, la realeza se dirigió a sus autos oficiales para dormir. Fue entonces cuando la pareja danesa corrió hacia los suyos. Sin embargo, Federico se detuvo a medio camino para saludar a un hombre allí estacionado, mientras Donaldson, con la mirada baja y delante del príncipe, se acercaba al vehículo pasando al caballero.

Al darse cuenta de su error, dio un paso atrás, le estrechó la mano y sonrió. Luego de ese breve momento, la princesa giró nuevamente para acercarse al auto, transformando su expresión en una mucho más seria. Un gesto claro del malestar y dolor que sintió cuando las imágenes vieron la luz apenas unas horas antes.

La ‘F’ de su colgante, símbolo de amor y dolor.

Durante la cena que tuvo lugar la misma noche en que se publicaron las fotos, Mary lució un colgante con una ‘F’. Una letra que hace referencia a la inicial del nombre del marido. Esta elección de joyería, sabiendo que todas las miradas estarían puestas en ella, no fue gratuita. Era su manera de decirle al mundo que estaba al lado de su marido,

Sin embargo, a medida que avanzaba la noche, nos dimos cuenta de que los gestos de María no se correspondían con el apoyo y amor incondicional que el collar quería transmitir. De esta manera, esa pequeña y discreta joya podría ser un símbolo más, esta vez material, del dolor que cargaría la realeza.

Gtres

La desaparición de Mary Donaldson desde la semana pasada

La visita del rey Felipe VI y Letizia hizo que Mary Donaldson tuviera que comparecer y dejar sus sentimientos de lado. La princesa no faltó a ninguno de los eventos programados y actuó con la mayor normalidad posible. Sin embargo, en el momento en que se despidieron de los reyes, el australiano desapareció. Mientras su marido parecía promover un curso de danés tradicional y continuaba con su agenda de eventos, Mary se distanció de la esfera pública. Una distancia que muestra el gran dolor y tristeza que está sintiendo Donaldson y que necesitaba digerir antes de volver a aparecer frente a la gente.

¿Y cuál fue el motivo que lo llevó a reaparecer? El más importante de todos: su hijo, Christian (18 años). El joven miembro de la realeza tuvo que jurar la Constitución en el castillo de Christiansborg con motivo de su mayoría de edad. Un hecho muy importante en su recorrido institucional y un momento de orgullo como padres. Conociendo la agitación mediática que se produciría, la reina Margarita prohibió a la prensa entrar al evento, lo que significa que María podría haber evitado la cita.

GTRES

Sin embargo, la esposa de Federico quiso aparecer, tal y como revelan las imágenes enviadas por la cuenta de la Familia Real. Serena, tranquila y hasta un poco sonriente, María llegó al castillo rebosante de estilo y dispuesta a brindarle a su hijo todo su apoyo. Una fachada difícil de mantener debido a los difíciles momentos que atraviesa su matrimonio, pero que demuestra la fortaleza y resiliencia de la realeza para alejar el dolor y estar al lado de su hijo en uno de sus días importantes.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *