Trump ganó un premio en el Centro Kennedy por su rivalidad con Jimmy Kimmel.

TRUMP EN LOS HONORES DEL CENTRO KENNEDY: UNA NUEVA OPORTUNIDAD

El domingo por la noche, el expresidente Donald Trump hizo historia al aparecer en la ceremonia anual de Honores del Centro Kennedy, en Washington, D.C. Normalmente, los presidentes asisten a estos premios, pero Trump había evitado hacerlo durante su primer mandato, lo que lo convierte en el primer presidente en participar en este evento desde entonces. Tras eliminar a sus oponentes del consejo del Centro, Trump ha transformado el evento en una plataforma no solo para su venganza contra la cultura “despertada” de Hollywood, sino también para recuperar su imagen de estrella de televisión.

UN ENFRENTAMIENTO CON JIMMY KIMMEL

Antes del evento, Trump no pudo evitar criticar a Jimmy Kimmel, un conocido presentador de televisión. “Si no puedo vencer a Jimmy Kimmel en términos de talento, entonces no creo que deba ser presidente”, afirmó, dejándose llevar por su característico estilo provocador. Aunque Kimmel nunca ha sido anfitrión de los Honores del Centro Kennedy, tiene un historial como presentador de otros eventos como los Oscars, y se ha mostrado abiertamente crítico hacia Trump.

La rivalidad entre ambos se intensificó cuando Kimmel insinuó una conexión falsa entre un ataque a un comentarista de derecha y los seguidores de Trump, lo que llevó a una breve suspensión del presentador. Para Trump, esta aparición podría ser una forma de sobrepasar a Kimmel, buscando ser más divertido y captar más atención que un evento tan prestigioso.

BUSCANDO LA ACEPTACIÓN CULTURAL

Trump parece no contentarse solo con estar en la Oficina Oval; su deseo por ser un ícono de la televisión continúa. Su actuación en los Honores del Centro Kennedy puede verse como una forma de conseguir la aprobación de la cultura dominante que siente que le ha sido esquiva. Esta búsqueda de reconocimiento cultural, en muchos sentidos, es lo que caracteriza la era actual del movimiento político MAGA (Make America Great Again).

Este deseo de aprobación se manifiesta en la estrategia del ala derecha de apropiarse de la cultura que tradicionalmente ha estado bajo el dominio de la izquierda. El reciente cambio de nombre de Twitter a X por parte de Elon Musk es un ejemplo de este esfuerzo por transformar espacios culturales, buscando ser relevantes en un entorno que a menudo los rechaza.

CULTURA Y PODER POLÍTICO

De acuerdo con analistas como Tanner Greer, figuras de la derecha política sienten que no tienen el apoyo público necesario para enfrentarse a personajes de la cultura popular como Kimmel, pero sí tienen el poder del Estado. Esto podría señalar un intento de igualar el prestigio cultural que históricamente ha estado en manos de la izquierda.

Se percibe un cambio en la forma en que la derecha busca obtener el respeto cultural, sustituyendo el poder de la persuasión y el apoyo popular por amenazas de sanciones y castigos. A pesar de tener un base de seguidores leales, la derecha aun siente la necesidad de conquistar a las élites culturales, algo que les ha resultado complicado.

CONCLUSIÓN

La reciente aparición de Trump en los Honores del Centro Kennedy es más que un evento; es una declaración de intenciones en su búsqueda de reconocimiento en un mundo que, tal vez, aún no le ha dado la bienvenida. Su intento de superar protagonistas culturales como Kimmel es una muestra de su afán por ser parte de un legado cultural que siente que le pertenece.

La incógnita persiste: ¿logrará esta participación ser suficiente para satisfacer sus deseos de aceptación cultural?

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