Melissa Gilbert reveló que sufre una discapacidad neurológica que la ha afectado durante casi toda su vida

La actriz y productora estadounidense Melissa Gilbert, reconocida por su papel en la legendaria serie “La casa de la pradera”, reveló que padece una discapacidad neurológica llamada misofonía, una condición que provoca reacciones intensas y desagradables ante ciertos sonidos.

Muchos años después de vivir con esta discapacidad sin saberlo, la actriz finalmente descubrió que sus reacciones no eran una cuestión de carácter, sino una condición tratable. Gilbert, quien interpretó a Laura Ingalls en la popular serie de televisión, explicó en una entrevista reciente con la revista People que cada día los sonidos como masticar o chasquear las uñas le hacían sentir una necesidad irresistible de escapar.

A lo largo de su vida, Gilbert sufrió sentimientos inmerecidos de culpa y aislamiento debido a estas respuestas emocionales y fisiológicas, le dijo a People.

“Si alguno de los niños mascaba chicle o lo comía en el set sentía una angustia enorme y me llenaba de lágrimas”, confesó.

Este descubrimiento tuvo un profundo impacto en Gilbert: “Lloré cuando descubrí que tenía un nombre y que no era sólo una mala persona”, dijo Gilbert en su entrevista con People. Motivada por la necesidad de generar conciencia sobre esta enfermedad, se unió al Centro de Misofonía y Regulación Emocional de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke.

Durante su infancia, la familia de Gilbert creía que las reacciones de la actriz eran parte de una personalidad difícil, pero en realidad eran síntomas de misofonía. Esta percepción errónea sólo aumentó sus sentimientos de culpa.

La actriz explicó que se sentía “absolutamente infeliz y culpable por tener estos sentimientos de odio hacia las personas que amaba”. Incluso sus hijos fueron testigos y víctimas involuntaria de sus reacciones. Gilbert explicó que tenía un gesto particular para decirles que cerraran la boca al masticar, algo que sus hijos tuvieron que soportar durante su infancia para evitar molestias.

Los síntomas de su padecimiento empeoraron cuando llegó a la menopausia. “A medida que mis niveles de estrógeno bajaban, mi ira aumentaba y empezó a afectarme a diario”, confesó la productora, quien ahora está casada con el actor Timothy Busfield y es cofundadora de la marca de estilo de vida Modern Prairie.

El cambio en su vida comenzó cuando supo que el Duke Misophonia Center ofrecía tratamientos efectivos, incluida la Terapia Cognitivo Conductual (TCC). Gilbert tomó la iniciativa de escribir al centro pidiendo ayuda. “Hay esperanza, no están solos”, respondió el doctor Zach Rosenthal, director del centro.

La actriz inició un curso de terapia intensiva de 16 semanas, que le brindó herramientas para manejar su padecimiento. “Ahora sé cómo lidiar con estas oleadas de angustia emocional sin que desaparezcan por completo, lo que me hace sentir en control”, reveló.

Aprendió que uno de los mecanismos que cuenta era identificar el estrés a través de la tensión en los pies. “Relajo los pies, desde ahí puedo controlar el resto de mi cuerpo”, explicó. Este progreso ha mejorado tu interacción con el entorno, liberando a quienes te rodean de la necesidad de actuar con cautela.

Como gesto significativo de progreso, la Navidad pasada, Gilbert les dio a sus hijos paquetes de chicles, algo que a menudo desencadenaba sus ataques de misofonía.