Las tres rabias que mancharon el histórico juramento de la Constitución de la princesa Leonor

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El 31 de octubre de 2023 pasará a la historia. El día que la princesa Leonor celebró su cumpleaños número 18, también juró la Constitución, un momento clave e histórico en su camino al trono como heredera de la Corona española. Fue un día emotivo y mucho más aleccionador que el que tuvo a su padre como protagonista hace 37 años. El gran día de Leonor será recordado y fueron muchas las anécdotas que lo marcaron.

Algunas son simpáticas, como el momento ‘me traga la tierra’ de la Infanta Sofía, pero otras son más polémicas y polémicas, por ejemplo los tres furiosos que marcaron este día tan esperado e importante. La reina Letizia fue la protagonista de este día por su aspecto serio. ¿Qué le estaba pasando a la madre de la princesa Leonor? Su malestar se sumó al de sus suegros, los reyes eméritos don Juan Carlos y doña Sofía. Estos fueron los tres episodios más sonados del día más esperado por la Princesa de Asturias.

Letizia, protagonista de la inauguración de la Constitución de Leonor

Lo más llamativo e inesperado de la jornada fue el ‘enfado’ de Letizia. ¿Qué le estaba pasando a la reina? Nada más llegar al Congreso, doña Letizia se mostró especialmente tensa y no ocultó su seriedad. La reina contuvo en todo momento sus emociones y no se dejó llevar como en los últimos tiempos, cuando la naturalidad y el desparpajo han sido los protagonistas de sus apariciones. Mucho se ha hablado desde el 31 de octubre sobre si la importancia y el peso del acontecimiento, un día histórico en el que todos tenían la mirada fija en su hija y su familia, superó por completo a la reina, aunque luego supo que algún problema de salud y físico la incomodidad podría haber sido la razón de su rostro serio y molesto.

Gtres

Hay mucha responsabilidad, presión y también una carga emocional para la reina, que también vivió ese día como madre. Está claro que la madre de la princesa Leonor estaba tensa y nada relajada. No fue un día fácil para la reina, por supuesto, que también se reunió en la celebración privada de la mayoría de edad de la princesa con algunos de sus suegros, con quienes se ha visto envuelta en numerosas polémicas en los últimos años. No sería la primera vez que la responsabilidad marca la actitud de la esposa de Felipe VI, que busca siempre la perfección en cada uno de sus actos y movimientos, especialmente en un día tan importante para su hija y para la Corona.

La Reina Sofía, del malestar a las lágrimas

La reina Sofía se desplomó hace unos días en un acto público. Si algo siempre ha caracterizado a la reina emérita es su capacidad para contenerse y mostrar siempre su mejor cara, incluso en las situaciones más complicadas. Sus lágrimas llegaron pocas horas antes de la toma de posesión de la Constitución por parte de Leonor en las Cortes y también con la noticia de que había sido ‘sacada’ del acto, igual que los padres de doña Letizia. Los abuelos de Leonor no estuvieron en el acto para no hacer distinciones con el rey Juan Carlos, cuya presencia en este acto habría causado gran revuelo.

La Reina Sofía llorando.

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Para evitar polémicas, se decidió separar a los cuatro abuelos de este emblemático acto, aunque se encontraban en la celebración privada que reunió a casi toda la familia en el Palacio del Pardo. Esto habría desencantado a la Reina Sofía, que siempre acompañaba a sus nietos en los momentos más importantes. Y este, sin duda, sería el más importante de todo, ya que Leonor es la princesa de Asturias y, por tanto, heredera de la Corona.

La Reina Sofía vivió la toma de posesión de su hijo Felipe hace 37 años y habría estado encantada de acompañar a Leonor en este día. De hecho, la reina emérita sigue perteneciendo a la familia real y tiene agenda oficial, pero aun así -y sorprendentemente- no estuvo en el gran día de Leonor en el Congreso.

El momento más triste y amargo de la Reina Sofía

No podemos olvidar que la reina atraviesa un momento amargo ligado a sus vínculos familiares. Sus dos hermanos, Constantino e Irene, dejaron de estar a su lado de forma diferente. Los tres mantuvieron un vínculo inquebrantable, un núcleo forjado por la difícil infancia que vivieron.

Por un lado, Constantino murió en Atenas el 10 de enero, a los 82 años. Las consecuencias de un derrame cerebral afectaron su salud y sus hermanas se despidieron de él con profundo dolor. La reina Sofía y Constantino eran confidentes, mejores amigos. A esta despedida se suma la situación de Irene, gran apoyo de la reina en sus momentos de soledad.

Irene poco a poco dejó de ser quien era. El motivo es que, tal y como desveló en exclusiva la revista Lecturas, la hermana de la reina emérita sufriría “el mal del olvido”. Un hecho que entristeció a la Reina Sofía, pues las hermanas pasan casi todo el tiempo juntas desde la muerte de su madre.

El motivo del gran enfado del rey Juan Carlos

No ha sido bueno para el rey Juan Carlos que su nieta Leonor evitara su presencia en el momento histórico de la inauguración de la Constitución. El emérito viajó desde Abu Dabi para estar con su familia en la celebración del Palacio del Pardo y daba por hecho que no estaría en las Cortes, pero quizá se mostró bastante irritado por no poder dormir en la Zarzuela. El emérito tuvo que pasar la noche fuera de palacio y esto habría supuesto un motivo de malestar, aunque se mostró encantado de acompañar a su nieta y a su hijo en esta celebración privada.

El padre del rey Felipe se habría enojado porque cuando estuviera en Madrid le gustaría poder quedarse “en casa” y no tener que viajar. Su enfado o malestar, la seriedad de Letizia y las lágrimas de doña Sofía marcaron de alguna manera el día más importante de Leonor.

El rey Felipe, mucho más tranquilo

Todo este ‘enfado’ contrastó con la actitud del Rey Felipe VI, emotivo y muy risueño durante todo el acto del pasado martes. El monarca no pudo evitar lucir orgulloso y emocionado con cada paso de su hija a lo largo del día. Miradas cómplices, sonrisas tímidas y gestos de cariño que no pasaron desapercibidos.

Uno de los más llamativos fue cuando al rey le tembló la voz de la emoción al dedicar su discurso en el Palacio Real a su hija. “Querida Leonor, no estarás sola en tu camino. En tu familia encontrarás el apoyo más personal que necesitas”, dijo mirando a su primogénito. Luego, emocionado, le deseó un feliz cumpleaños e invitó a todos a brindar por ella. “Viva y éxitos a la Princesa de Asturias”, dijo con voz entrecortada.

La emoción del Rey Felipe al ver a su hija mayor dar un paso adelante en su carrera como heredera de la Corona conmovió a todos. Estuvo muy atento a ella en todo momento, siguiendo cualquier gesto que hiciera Leonor en este día histórico.

En este emotivo día pudimos apreciar su lado más paternalista, por ejemplo cuando le puso la coleta a Leonor para que su imagen quedara perfecta. También se le escuchó decir “bien hecho” cuando la heredera recibió el Collar de la Orden de Carlos III. Momentos, sin duda, que contrastaron con la seriedad mostrada por la madre de la princesa.

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