Las 10 transformaciones más radicales de la historia del cine de Hollywood

El cine de Hollywood siempre ha sido un escaparate de la creatividad y la sensibilidad humana, ya que en cada película los actores hacen todo lo posible para dar rienda suelta a la imaginación del público, dando como resultado actuaciones extraordinarias y premiadas que dan vida a sensaciones inexplicables.

Pero este extraordinario efecto del séptimo arte no sería posible sin un trabajo actoral exhaustivo y a menudo temerario. A lo largo de la historia de Hollywood, la pantalla grande ha sido testigo de impactantes metamorfosis que han dejado a reconocidos actores irreconocibles, pues su compromiso con su arte los ha llevado a someter su cuerpo, rostro y hasta estado emocional a lugares inimaginables.

Desde actores que pasaron meses arriesgando su salud transformándose físicamente hasta aquellos que adoptaron personalidades completamente diferentes a las suyas, exploraremos las 10 transformaciones más impactantes en la industria cinematográfica de Hollywood.

Hablar de transformaciones cinematográficas es, sin duda, hablar de Christian Bale. El legendario actor tenía 30 años cuando interpretó a Trevor Reznik, un trabajador de una fábrica con insomnio, en “The Machinist”. Su participación es ampliamente reconocida por su impresionante cambio físico: sufrió una drástica pérdida de 30 kilos en sólo cuatro meses, pesando 54 kilos, lo que representó casi la mitad de su peso normal. Su magistral interpretación también incluyó una profunda inmersión en el personaje, capturando la fragilidad y la angustia emocional del protagonista.

14 años después, el legendario “Batman” se sometió a un estricto régimen que le hizo engordar alrededor de 20 kilos para protagonizar la película “El Vicepresidente: Más allá del poder”. A través del maquillaje y la caracterización logró adquirir a la perfección la apariencia y fisonomía del vicepresidente de los Estados Unidos, Dick Cheney. Su trabajo le valió un amplio reconocimiento y una nominación al Oscar.

Con tan solo 27 años, Charlize Theron emprendió un importante reto en su carrera actoral: dar vida a un terrorífico asesino en serie. La icónica actriz sufrió una radical transformación física que incluyó un considerable aumento de peso, el uso de dentaduras postizas y el uso de maquillaje para interpretar a Aileen Wuornos en “Monster”. Sus expresiones resultaron ser bastante reales y su apariencia se volvió irreconocible. Así, su actuación fue tan conmovedora y conmovedora que le valió un Oscar.

El camaleónico Jared Leto parece estar siempre dispuesto a adoptar la figura y personalidad que se le pide. En 2007, el actor ya dio muestras de su gran versatilidad al interpretar a Mark David Chapman, el asesino de John Lennon en “Capítulo 27”. Leto ganó 28 kilos de peso para interpretar al personaje, llegando al punto en que fácilmente podía pasar desapercibido, ya que se volvía irreconocible. Esta transformación física extrema incluyó una apariencia más robusta y un cambio en su rostro.

Cinco años después llegaría la actuación que lo llevaría al estrellato y al Oscar al Mejor Actor de Reparto: “Dallas Buyers Club”, donde compartió roles con Matthew McConaughey. Para interpretar a Rayón, un transexual con VIH, Leto perdió 15 kilos y se afeitó todo el cuerpo, lo que resultó en una apariencia extremadamente frágil y demacrada. Tenía una apariencia femenina, cabello largo y una voz más suave, lo que le valió elogios por su dedicación y autenticidad al interpretar al personaje.

En definitiva, dos papeles que demostraron el compromiso de Leto con su interpretación y su dedicación a la autenticidad.

La interpretación de Nicole Kidman como Virginia Woolf le valió su primer Oscar a la edad de 36 años. En “The Hours”, la actriz interpreta a la famosa escritora británica mientras escribe su obra “Mrs Dalloway”. Para su papel, Kidman sólo necesitaba una prótesis de nariz completamente diferente a la suya y una caracterización de la época modernista del siglo XX. A medida que pasan las escenas, se hace difícil creer que estemos viendo a Kidman en el escenario: se ha convertido en una persona completamente diferente en todos los sentidos.

La escena de la evolución de Gollum es una de las más recordadas de la última película de la trilogía cinematográfica, “El Retorno del Rey”. Aunque su apariencia real no se muestra en la película, Andy Serkis jugó un papel crucial al darle vida a Gollum a través de su actuación y expresión facial. Su actuación no sólo incluyó la distintiva voz del icónico personaje, sino también sus movimientos y gestos.

A través de la magia de la tecnología, Serkis pudo transformarse en el famoso personaje, marcando un hito en la forma en que los actores retratan de manera más convincente seres ficticios en la pantalla grande.

Si hablamos de la actuación de Brendan Fraser en “La Ballena”, estamos hablando de una de las más emotivas de los últimos años. El actor, a quien desde hace muchos años se le ve con un cuerpo atlético y esculpido en otras obras, asumió el desafío de interpretar a un hombre obeso, lo que requirió un cambio drástico en su apariencia.

Fraser pesaba 270 libras y se sometió a una caracterización que lo hizo irreconocible, con una apariencia corpulenta y una representación auténtica de las sensibles luchas de su personaje contra la obesidad.

Su aparición le valió un Oscar este año, gracias a su notable transformación física como parte integral de la narrativa y su capacidad para ahondar en las vivencias del personaje.

Gary Oldman se tomó tan en serio su interpretación de Winston Churchill que no quedó rastro de su identidad y parecía como si el ex primer ministro británico se hubiera reencarnado en él. El actor y director de cine sufrió una sorprendente metamorfosis a través del maquillaje y la caracterización protésica, que lo envejecieron y le dieron el aspecto rudo de Churchill.

La atención al detalle en la recreación de la apariencia física, desde la expresión facial hasta el porte, resultó extraordinaria y contribuyó de manera significativa a su convincente interpretación del líder político durante una etapa crucial de la historia en donde asumió como Primer Ministro durante la Segunda Guerra Mundial.

Esta magistral transformación física le valió a Oldman un merecido Oscar.

Sin duda, Joaquin Phoenix dejó asombrado al mundo con su oscura y profunda interpretación de un inédito “Joker” que le valió un Oscar. Antes de comenzar el rodaje de la película, el director Todd Phillips le pidió que perdiera casi 30 libras antes de comenzar el rodaje, por lo que su dieta fue extrema. “No fue una manzana al día. También tienes lechuga y judías verdes al vapor. Es algo que ya hice y se trabaja con un médico de forma supervisada y segura”, dijo sobre su alimentación.

Para interpretar a Arthur Fleck, el actor perdió 30 kilos en tres meses, lo que le dio un aspecto demacrado e inquietante, realzando la imagen icónica del villano de DC Comics. Su extrema delgadez, junto con su caracterización facial y postura, reflejaron sorprendentemente la evolución de su personaje hacia el Joker. Esta transformación no sólo se reflejó en su apariencia física, sino también en una intensa e impactante actuación.

El icónico Robert De Niro dio la bienvenida a la década de 1980 al convertirse en el legendario boxeador Jake LaMotta en la popular obra maestra de Martin Scorsese, “Raging Bull”. Su transformación física fue legendaria, ya que el famoso actor se sometió a un riguroso régimen de aumento de peso de más de 27 libras para interpretar al luchador durante sus últimos años. Anteriormente, De Niro gozaba de un excelente físico, pudiendo participar en tres peleas reales de boxeo en Brooklyn. Su compromiso con el papel y su cambio de peso extremo le valieron un merecido Oscar.

Gracias a esta película, el mundo pudo comprobar cómo sería Brad Pitt en todas las épocas de su vida, incluso aquellas que aún no ha superado. Así, el actor protagonizó múltiples transformaciones físicas en una sola película que sorprendió a todo Hollywood en 2008. La película presenta a su personaje Benjamin naciendo viejo y envejeciendo al revés, lo que requirió una caracterización impresionante del envejecimiento inverso a lo largo de la película. .

La transformación de Pitt de un hombre mayor a un joven de apariencia juvenil es un logro de maquillaje y efectos especiales que le da una apariencia sorprendente y en constante cambio. Con la capacidad de encarnar a este personaje en diferentes etapas de la vida, desde la fragilidad de la vejez hasta la vitalidad de la juventud, demostró su versatilidad como actor y su compromiso con la veracidad de sus personajes.