La historia de la herida que casi mata a Tom Hanks durante la filmación de Wreck

Durante la filmación de Wreck, la famosa película dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Tom Hanks, había un episodio real que estaba a punto de terminar en la tragedia.
Además de la historia ficticia de Chuck Noland, un empleado de FedEx que sobrevive solo en una isla remota, el propio Hanks cruzó una situación fronteriza que, como estaba relacionada años después, casi le costó la vida.
Lo que comenzó como una pequeña herida se convirtió en una infección severa que lo obligó a ser hospitalizado con urgencia, en medio de una filmación agotadora, aislada y físicamente exigente.
El incidente ocurrió durante la filmación de las primeras escenas, cuando el personaje de Chuck explora la atmósfera después del accidente aéreo.
En este contexto, Hanks sufrió un corte profundo en la pierna, el producto de las condiciones reales del paisaje natural donde se filmaron las escenas. En una entrevista después de la BBC, el actor reveló que subestimó la gravedad del corte.
“Estuve en el hospital durante tres días con algo que cree o no, casi me mata”, dijo.
El diagnóstico fue alarmante: la herida estaba infectada con una bacteria que comenzó a avanzar agresivamente por la pierna. “Fui al médico, que solo me miró
El episodio requirió un descanso en la filmación y la transferencia urgente a un centro de salud. Según Collider, esta situación condujo a una suspensión de la filmación durante tres días. Esta ruptura no fue por razones creativas o logísticas, sino debido a la amenaza concreta de la septicemia.
Hanks, que también trabajó como productor de la película, tomó este momento como una experiencia que lo marcó profundamente, tanto personalmente como en el profesional.
Fue un recordatorio del nivel de exposición real que requería una historia que buscaba autenticidad sin dispositivo.
Según Collider, la filmación de naufragios era atípica de muchas maneras. Zemeckis eligió filmar la película cronológica y dividida en dos grandes bloques. En el medio, dejó de conducir otra producción: What Life Hides, protagonizada por Michelle Pfeiffer y Harrison Ford.
Este interludio también sirvió que Hanks se volvió físicamente: perdió peso notoriamente y dejó crecer su barba.
En lugar de ir a efectos visuales o maquillaje, el equipo decidió retratar el deterioro físico del personaje a través del cuerpo del actor.
Esta decisión artística requirió un nivel de compromiso extremo de Hanks, cuyo cambio físico fue real y documentado durante la filmación.
En el podcast Bill Simmons, Hanks habló con el entusiasmo de la filmación del envío, que describió como una de sus experiencias favoritas en su carrera.
Destacó el personaje aventurero de la producción, que los llevó a filmar en lugares remotos de Fiji y el mar abierto. “Tuvimos aventuras audaces cuando hicimos esta película … estábamos en medio del océano tratando de capturar escenas. Fuimos a Fiji dos veces. Todos los días y todas las noches había una aventura diferente”, dijo.
Sin embargo, esta misma aventura le impidió percibir con el tiempo la gravedad del corte que había sufrido. Las condiciones físicas y el aislamiento durante la filmación no permitieron atención médica inmediata.
El hecho de que una herida sin importancia derivada de una posible amenaza de muerte sorprendiera a Hanks.
En retrospectiva, entendió que la negligencia inicial podría haber sido fatal. La infección casi ingresa a su sistema sanguíneo, lo que podría haber tenido consecuencias irreversibles.
Afortunadamente, el tratamiento médico fue efectivo y el actor pudo recuperarse sin secuelas permanentes.
La película, lanzada en 2000, se convirtió en un fenómeno de crítico y taquilla. La interpretación de Hanks recibió el reconocimiento de la industria: ganó el Globo de Oro al Mejor Actor y obtuvo una nominación al Oscar por su papel de Chuck Noland.
Detrás de este éxito, sin embargo, ha habido una historia oculta durante mucho tiempo: la del actor que estaba a punto de morir mientras encarna a un personaje que luchó por sobrevivir.