La historia de Dennis, el argentino-escocés que brilló en el barco como rival de Daniel Scioli: la promesa que cumplió su hija Anya Taylor-Joy en los Oscar

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Daniel Scioli y Dennis Taylor en los años competitivos de la vela

“Hace 15 años le dije que algún día iría a los Oscar y lo traería: hoy cumplimos”. Anya Taylor-Joy sonríe en la alfombra roja de la 96ª gala de los premios más importantes de la industria cinematográfica, que tuvo lugar en el Dolby Theatre de Hollywood. A su lado hay una sonrisa de alegría que brilla aún más: la de su padre, Dennis Alan Taylor, quien a sus 84 años disfruta de la promesa que le hizo su hija hace más de una década.

Anya Taylor-Joy es la poderosa actriz criada en argentina que explotó definitivamente con el protagónico en la serie Gambito de Dama y tomó roles de importancia en Peaky Blinders o en la reciente estrenada Dune II, donde seguramente será un personaje central en la tercera entrega de la película. Brilló en los Oscar cuando entregó el premio a Mejor Largometraje de Animación y Mejor Cortometraje de Animación, pero mucho más por la tierna promesa que le cumplió a su padre.

Dennis Taylor fue quien le dio raíces argentinas al artista que hoy es una de las personalidades más importantes del sector. Y compartió este emotivo momento con su padre, quien tiene una trayectoria única como campeón mundial de náutica y rival de figuras como Daniel Scioli, actual secretario de Turismo, Medio Ambiente y Deportes. La relación de Anya con sus padres, Dennis y Jennifer Marina Joy, una psicóloga de ascendencia española e inglesa nacida en Zambia, ha despertado interés en todo el mundo.

Además de ser conocido en el mundo de los deportes acuáticos, Dennis Taylor jugó un papel crucial en el desarrollo profesional de su hija. Su madre, Jennifer, por otro lado, le dio un enfoque multicultural que se refleja en la diversidad de personajes que interpretó Anya. La actriz recuerda a menudo cómo la influencia de sus padres fue decisiva: “Mi padre siempre fue mi héroe”. Esta admiración por sus padres se hizo evidente en su decisión de compartir con ellos momentos importantes de su carrera, como la noche de los Oscar.

Anya Taylor Joy y su padre en los Oscar

Anya Taylor-Joy nació en Miami, EE. UU., pero creció entre Argentina y el Reino Unido, lo que le brindó una rica herencia cultural que pudo utilizar en su carrera. Su habilidad para hablar inglés y español con fluidez amplió su abanico de oportunidades en la industria cinematográfica, posicionándola como una de las actrices más versátiles de su generación. Su talento fue reconocido varias veces, siendo O Gambito da Rainha una de las obras más aclamadas que le dio reconocimiento internacional.

Detrás del personaje Beth Harmon, interpretado por Anya en la exitosa serie de Netflix, The Queen's Gambit, se esconde una figura paterna cuya vida estuvo marcada por la adrenalina y la competencia en las vías fluviales. En los años ochenta, este hombre de origen argentino-escocés fue campeón mundial y sudamericano de lancha rápida en competencia directa y regular con Scioli.

La actriz de 27 años comparte con orgullo su multiculturalismo, afirmando que se siente “de diferentes lugares” cuando se le pregunta sobre su nacionalidad. Criada en Argentina, su fluidez en español con acento argentino y su amor por las empanadas y los churros de dulce de leche reflejan profundamente sus raíces. Hija de madre angloespañola y padre argentino-escocés, la diversidad cultural ha sido una constante en su vida, aprendiendo inglés a los ocho años después de salir de Argentina.

Dentro de este ambiente multicultural, su padre dejó una profunda huella, no sólo en la familia, sino también en el deporte. Junto a su hermano Juan, alcanzaron la cima de las regatas de lanchas argentinas e internacionales, siendo Dennis campeón del mundo en las temporadas 1987 y 1988. Este notable éxito, incluyó superar a nombres reconocidos como Scioli en importantes reconocimientos, como el Olimpia de Plata. , destaca la pasión y el legado de la familia Taylor en esta área.

Los triunfos de Dennis Taylor -quien también fue dirigente de la Cámara de Comercio Argentino-Británica- en la náutica se destacaron no sólo por su habilidad y determinación, sino también por el contexto competitivo de la época, que contaba con la presencia de relevantes figuras internacionales. . condiciones adversas que pusieron a prueba los límites de los competidores. La descripción que hace El Gráfico del ambiente Off Shore de aquella época, lleno de aventuras, rivalidad y desafío, resume la intensidad y el espíritu de la competición: “Príncipes cansados, mujeres hermosas, millonarios aventureros, patrocinadores atrevidos, pilotos ambiciosos, guerras secretas y públicas. , Nombres famosos que ya no lo son, desconocidos capaces de matarse para ser famosos.

Durante estos años, esta disciplina adquirió enorme relevancia en el país, ya que era transmitida por el mítico Canal 9 de Alejandro Romay. Sin duda, la victoria obtenida en 1988 en Messina, Italia, junto a su copiloto Juan Eduardo Ferreyra, bajo condiciones climáticas extremas y superando obstáculos inesperados, es el hecho más relevante en la carrera de Dennis.

La foto que Anya compartió en sus redes sociales con su padre tras cumplir su promesa

Mientras Anya entrenaba en Argentina, su padre y su tío Juan compitieron en la regata nacional de lanchas a motor, Off Shore. Además del título de 1988, Dennis ganó el título mundial de 1987 y ganó los títulos sudamericanos de 1982, 1986 y 1988 en diversas disciplinas, al mismo tiempo que Juan Taylor ganó el título en 1978. Dennis también ostentó tres récords de velocidad en 1975 y otro en 1981.

Era una época en la que los nombres argentinos brillaban a nivel mundial. Scioli fue campeón en 1992 y 1997, pero también destacaron Héctor Boniface (1991), Armando Perales (1990), Franco Sant Elía (1990), Santelia Bridas (1989). Dennis estuvo acompañado por Oscar Rodríguez en el Off Shore Clase III 4 litros y Juan Eduardo Ferreyra en el Clase III 6 litros Clase 3S cuando alcanzó la cima del mundo de manera consecutiva a finales de los años 1980.

La imagen de aquel barco Cougar Marine, de 8,40 metros de eslora, 2,40 metros de manga, con motores de inyección electrónica EFI de 240 CV que destacaba en los colores rojo y blanco de la publicidad de la tabacalera Marlboro, es mítica porque fue la que le permitió tomar sobre Olimpia de Plata en 1988, año de la histórica victoria en Italia tras acumular 927 en tres jornadas por delante del local Atilio Cavallieri bajo un clima hostil que casi los dejó fuera de la competencia e incluso puso en riesgo sus vidas.

Aunque su año más recordado seguramente será el 2024, siguiendo a su hija mientras ella brilla en el mundo de la actuación. “Un momento de ensueño. Cuando tenía 12 años, le prometí a mi papá que si alguna vez me invitaban a los Oscar, lo llevaría. Llena de gratitud”, escribió en su cuenta de Instagram seguida por más de 10 millones de personas luego de haber cumplido ese deseo que tuvo cuando era apenas una niña que llevaba seis años alejada de la Argentina a la que supo amar para siempre.

La imagen del barco en 1988, el año de gloria de Dennis

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