SIMPATÍAS Y RIVALS: LA COMPLICADA RELACIÓN ENTRE SELENA, SU ESPOSO Y SU PADRE
El legado de Selena Quintanilla, conocida como la reina del Tex Mex, sigue vivo en la memoria de quienes la admiraron. Sin embargo, su vida personal estuvo marcada por relaciones complejas, especialmente entre su esposo, Chris Pérez, y su padre, Abraham Quintanilla. Aunque ambos hombres se respetaban, sus interacciones reflectaron tensiones significativas que afectaron a la icónica figura de la música tejana.
UN ENCUENTRO INESPERADO
Chris Pérez ingresó en la vida de Selena en 1989, cuando su hermano, AB Quintanilla, lo invitó a una prueba para unirse a Los Dinos. En ese momento, él formaba parte de la banda de la cantante Shelly Lares y tenía sueños propios en el mundo del heavy metal. Su estilo rockero no fue bien recibido por Abraham, quien temía que pudiera dañar la imagen familiar de Los Dinos. Sin embargo, con el tiempo, y gracias a la insistencia de AB, Chris se unió al grupo, donde brilló como guitarrista durante dos años antes de que la relación con Selena comenzara a florecer.
UN AMOR OCULTO
Fue en un viaje a Acapulco en 1992 cuando Selena y Chris dieron el primer paso hacia una relación romántica. Aunque existía una fuerte conexión emocional entre ellos, decidieron mantener su amor en secreto debido al control estricto que Abraham ejercía sobre su hija. Sin embargo, al ser descubiertos, Chris fue despedido de Los Dinos, y la pareja decidió casarse en silencio en Nueces, Texas. Su matrimonio fue anunciado al público de manera inesperada, cuando la noticia se difundió a través de la radio, lo que provocó la furia de su padre.
UN REENCUENTRO NECESARIO
A pesar de la enemistad inicial, Abraham Quintanilla tomó la iniciativa de buscar la reconciliación con Selena y Chris, pero el vínculo seguía afectado por la desconfianza. Abraham le regaló a la pareja una casa cerca de la suya, lo que facilitó que Selena volviera a la música con Los Dinos, permitiendo que Chris también regresara como guitarrista.
DESPUÉS DE LA TRAGEDIA
El 31 de marzo de 1995, la vida de Selena se truncó trágicamente. Su muerte dio pie a un conflicto entre Chris y Abraham, ya que el padre de Selena tenía el control total sobre su herencia y carrera. La ausencia de un testamento agrandó las disputas, y Chris tuvo que abandonar la casa que compartían como matrimonio.
Chris Pérez ha dejado claro en múltiples entrevistas, incluyendo una reciente con la periodista Addis Tuñón, que siempre consideró la casa como propiedad de Abraham y que comprendía su decisión de recuperarla. A pesar de la separación forzada, los lazos entre Chris y la familia Quintanilla han fluctuado, cruzando caminos en ocasiones e igualmente generando desencuentros, especialmente con el lanzamiento de su libro “A Selena, con amor”.
UN FUTURO INCIERTO
La relación entre Chris Pérez y la familia de Selena ha tenido sus altibajos. Aunque existieron desacuerdos, han podido mantener un vínculo cordial a lo largo de los años. En 2020, Chris se quejaba de que su presencia fue eliminada de ciertos homenajes a Selena, pero su declaración fue rápidamente desmentida por su hermana Suzette. A pesar de todo, Chris ha mantenido el contacto con la familia, visitando frecuentemente a los Quintanilla en Q-Productions.
A medida que se cumplen tres décadas desde la muerte de Selena, su historia de amor, desafío y reconciliación sigue siendo relevante y toca el corazón de quienes la conocieron a través de su música y legado.
Este relato se basa en múltiples fuentes, incluida información de medios como El Universal.
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