Jimena Barón está experimentando un momento de enorme intensidad emocional con la llegada de Arturo, su segundo hijo y el primero con su compañero, Matías Pallet. La cantante no solo compartió detalles del nacimiento y la maternidad en sus redes sociales, sino que también abrió su intimidad con una confesión que trasladó a sus seguidores: explicó la razón detrás del nombre de su hijo y lo contrastó con la experiencia que vivió con su primer hijo, el resultado de su relación con Daniel Osvaldo.
A través de un video que publicó en Tiktok, Jimena dijo que el nombre Arturo era una elección que había hecho desde su adolescencia. “A los 15 años, hice un bordado que Elena le dijo a un bebé y arturo a un hombre”, dijo en la grabación, visiblemente emocionada. “Siempre quise ser madre, y ese era el nombre que imaginaba para el rey de mi vida”, agregó. La elección no solo es personal, también simbólica. Como explicó, Arturo se refiere al rey Arturo, pero también a algo muy local y terrenal: “Es un nombre que suena muy argentino. Huele a una tierra, algo fuerte y noble”.
Sin embargo, lo más revelador fue lo que dijo al hablar de su primer hijo, Morrison. “Entiendo la sorpresa de todos porque dicen: ‘Morrison puso el primero’. Aunque con el tiempo amaba, dejó en claro que en ese momento no tenía el poder de la toma de decisiones.
Estas declaraciones generaron que el video aparece en redes y titulares, especialmente para la sinceridad del artista. Baron suele ser activo en las redes sociales, donde comparte momentos diarios, reflexiones sobre la maternidad y las experiencias personales. En este caso, aprovechó su plataforma para mostrar otra faceta: la de una mujer que, con el tiempo, se reconcilia con su historia personal y puede ejercer su maternidad libre y consciente.
En este mismo video y en publicaciones posteriores, la cantante también informó cómo es su vida diaria con Arturo, justo después de la entrega. “Arturo quiere estar en mis pechos. Coma todo el tiempo”, dijo con humor mientras grababa una mecedora con su bebé acostado en su pecho. Entre las risas, explicó que recurrió a un cuidado infantil para seguir el proceso y que fue de gran ayuda: “Lo recomiendo mucho. Ayuda mucho”.
El vínculo físico con el bebé es constante. El artista dijo que su hijo no tolera estar en la cuna o el huevo y que solo se calma directamente con su cuerpo. “Soy así todo el día. Todo el tiempo estás pelando las encías”, dijo, y aclaró que la única forma en que lo encuentra capaz de realizar sus tareas diarias es usar un pañuelo. “A veces lo uso para hacer un budista. Es el camino”, explicó.
En una publicación posterior, compartió un breve video que ilustra lo que había dicho: lo ve cocinar una sopa con su bebé sostenido en su pañuelo, durmiendo por completo. Esta imagen resume el regalo de Jimena: una maternidad intensa y exigente pero también profundamente deseada y vivió con autonomía, muy diferente de lo que experimentó en el pasado.
Con el nacimiento de Arturo, Jimena está lleno, aunque sin romantizar el esfuerzo físico y emocional que implica el cuidado de un recién nacido. Lejos de idealizar, el cantante construye una historia honesta sobre su maternidad, con un lugar para la emoción, la fatiga, la reflexión y también la reparación personal.