JACK NICHOLSON Y MARLON BRANDO: UNA RELACIÓN DE ADMIRACIÓN Y DISTANCIA

Jack Nicholson, reconocido como uno de los grandes actores de su generación, ha tenido una vida cinematográfica marcada por la influencia de Marlon Brando, quien fue considerado un ícono de su época. Aunque los dos compartieron una vecindad en Mulholland Drive y se respetaban mutuamente, su relación no fue tan cercana como Nicholson deseaba.

LA INFLUENCIA DE BRANDO EN LA VIDA DE NICHOLSON

Desde sus años de juventud, Nicholson admiraba a Brando. En una entrevista de 1994, el actor recordó cómo Brando se convirtió en su héroe. Esto sucedió especialmente después de ver películas como Rebelde sin causa y The Hush en la década de 1950. Durante su último año de secundaria en 1953, Nicholson imitó el estilo de Brando, vistiéndose con jeans sucios y una chaqueta de motociclista, algo que no fue bien recibido por sus profesores.

VIVIENDO CERCA DEL ÍDOLO

Tras alcanzar la fama con Easy Rider en 1970, Nicholson tomó una decisión significativa: compró una casa en Mulholland Drive con la intención de vivir al lado de Brando. Sin embargo, a pesar de la cercanía geográfica, la relación entre ambos actores fue superficial. Se cruzaban muy pocas veces, y Brando no visitaba a Nicholson. La asistente de ambos, Ángela Borlaza, fue el único puente entre ellos.

En una anécdota memorable, un ejecutivo, buscando la casa de Nicholson, se encontró con Brando mientras este plantaba rosas, no reconociéndolo. Esto subraya la lejanía entre estos dos gigantes del cine.

UNA UNIÓN PROFESIONAL EN ‘MISSOURI’

Nicholson y Brando compartieron pantalla en solo una película: Missouri (1976), dirigida por Arthur Penn. Jack asumió este papel en parte porque estaba entusiasmado por trabajar junto a Brando. Sin embargo, el rodaje resultó ser más complicado de lo que esperaba.

Brando, en vez de potenciar el talento de Nicholson, buscó que su compañero tuviera más escenas para evitar trabajar tanto. Durante todo el rodaje, se quejaba y desviaba la atención del equipo, mostrando un comportamiento poco profesional. A pesar de esto, Nicholson no se sintió enojado, sino más bien decepcionado. Las tensiones entre Brando y el director, Penn, afectaron la experiencia, aunque el pago por su actuación fue significativo y compensó su frustración.

UNA HISTORIA DE OPORTUNIDADES PERDIDAS

Es interesante notar que Nicholson tuvo la oportunidad de interpretar a Michael Corleone en El Padrino, un papel que finalmente fue para Al Pacino. A pesar de que sentía que era perfecto para él, decidió rechazarlo, creyendo que solo un actor de origen italiano debería interpretarlo.

Brando falleció en 2004, a los 80 años. A pesar de no tener la cercanía que anhelaba, su admiración hacia el icono permaneció hasta el final. Nicolson tomó una decisión significativa: compró la casa de Brando y la propiedad adyacente, asegurándose de que nadie más habitara allí, en un intento de preservar el legado de su héroe.

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