Eleonora Wexler, de sus penurias como actriz infantil a su actual relación con un famoso productor

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>LA NACION>Programas>Personajes 4 de junio de 2024 06:00

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“Está crudo, no hay mucho descanso. Desde el principio surge el conflicto, no hay mucha escapatoria”. Eleonora Wexler se acomoda dentro de una de las salas del Centro Cultural San Martín para conversar sobre Historias invisibles -el film de Guillermo Navarro, que protagoniza junto a Antonella Ferrari y Vanesa González- y que se estrenará este jueves 6 de junio en salas de todo el país. En el reparto también destacan Pablo Pinto, Pablo Tolosa, Mariano Bertolini y Pinty Saba.

“Un thriller donde el terror es realidad”, reza el lema del reparto. Un buen resumen para explicar esta narrativa sobre dos mujeres jóvenes reclutadas por organizaciones de trata de personas. Una de las singularidades interesantes del material -basado en casos reales- es que posiciona esta lacra social tanto en la clase media de la capital como en una familia sin recursos de una provincia argentina. Polaridades que enfrentan lo que sólo puede ejercerse con la connivencia del poder en el poder.

-La posibilidad de mostrar varios estratos de la pirámide social diezmada por un mismo drama es una radiografía muy precisa que hace posible la película.

-A la hora de elegir hacer la película, este fue uno de los aspectos que más me gustó, a nadie se le escapa y, por otro lado, cuando mi personaje visita un allanamiento, se da cuenta de que todos los responsables están cubiertos, protegidos.

La actriz interpreta a la madre de una joven de 18 años que es víctima de esta red de mujeres tomadas como rehenes para servir en las redes que las esclavizan para el trabajo sexual. El personaje de Wexler emprende, en una búsqueda desesperada, un recorrido por burdeles que la lleva a enfrentarse a los más diversos poderes y corrupciones posibles.

En mayo de 2024, llegar a la entrevista con ella, realizada en el centro de Buenos Aires, implica cruzar la calle Paraná con postes en la vía pública que lucen pegatinas ofreciendo servicios sexuales de mujeres, quizás muchas de ellas, respondiendo a un proxeneta por detrás. . A la vista. Naturalizado. El cine, una vez más, denuncia lo que, con sólo abrir los ojos, está a la vuelta de la esquina. “La trata continúa, con la misma impunidad. Hay algo en 'esto no se puede tocar', es poder, negociación y dinero, una mafia que parece intocable”.

El guión, escrito por el director Guillermo Navarro, surgió de la reflexión sobre el papel de un padre al que le arrebatan a su hija adolescente. Impulsado por las noticias publicadas en la prensa, desarrolló su historia que terminó ganando el premio -en la categoría de Mejor Guión de Largometraje- en el Latino Screenplay Competition, un certamen de cine latino en Hollywood.

-Como actriz, utilizarás tu oficio y tus propias herramientas para entrar y salir de la composición ficticia. En el tipo de narrativa que propone Historias invisibles, al tratarse de hechos tan crudos y basados ​​en hechos reales, ¿cómo llevasteis a cabo este proceso? ¿Cómo trabajaste tu propia emocionalidad?

-Este rodaje fue difícil para mí, aunque llegó un punto en el que terminé por no involucrarme del todo, porque hay algo que tiene que ver con mi propia hija; Apareció el aspecto inconsciente de conservación, ya que su edad, apariencia y movimientos son cercanos a los del personaje. Esto lo dije como actriz, pero tenía que protegerme; Es la primera vez que me pasa algo así.

Wexler también menciona las películas Something Wrong y I Baby, I Princess, que implicaron una habilidad enérgica de su parte que iba más allá del manejo habitual de la técnica actoral. “El problema del testimonio suele pasar de largo. En mi caso se manifestó con cierta rigidez en la nuca, señal de lo que estaba pasando”.

Luego de protagonizar varios títulos testimoniales, Eleonora Wexler continúa con la grabación de una serie con tono de telenovelaSantiago Oroz

-Tomando un término aplicado a las artes visuales, podríamos decir que la “curaduría” que haces de tu carrera es muy interesante, con elecciones precisas, correctas, meditadas. Entiendo que habrá habido muchas negativas de su parte a aceptar diversos roles.

-Me dejo llevar por lo que siento, no es que pretenda hacer tal o cual tema. En 2021 aparecieron estos crudos temas de testimonio, evidentemente era un camino que había que seguir.

-¿Qué estás filmando ahora?

-La bastarda, serie de 22 episodios producida por Kapow, de temática popular, una telenovela. Es un experimento que se está haciendo, recuperando de alguna manera algo que desapareció de la televisión abierta. El público necesita ver tu telenovela, tu ficción cotidiana, por eso este proyecto es una experiencia entre lo que sería una serie y una telenovela.

Escrito por Leo Calderone y dirigido por Jorge Nisco, el material, que se verá el próximo año en Disney, busca la “reparación” del medio ambiente en torno a la recuperación de temas populares. “Filmamos un mes en San Martín de los Andes, con una producción muy linda. Si funciona será un espacio enorme que se abrirá para generar más trabajo y hacer que este tipo de programas sean muy accesibles al público y no estén atados a un nicho determinado, La bastarda tendrá un registro diferente a lo que normalmente se ve. en plataformas”.

Eugenia “China” Suárez, Diego Cremonesi, Mónica Raiola y Carlos Belloso son algunos de los nombres que también integran el elenco de la historia.

-Entonces, ¿has dicho “no” mucho en tu carrera?

-No hago lo que no me gusta, lo que no me apetece decir cuando me lo ofrecen. De todas maneras me siento un privilegiado, no sólo de poder elegir, sino de estar trabajando en este momento; Pero, insisto, es una cuestión de abanico que se abre, de que una cosa lleva a la otra, y no de una planificación muy estudiada. Aunque hubo un momento en el que solo me ofrecieron interpretar a villanos -el tipo de personajes que me encanta interpretar- pero sentí que ya había tenido suficiente, que me sería difícil escapar de ello, así que pisé el freno; Pensé en cómo podría darme aire y comencé a contar otro tipo de historias. Si es posible, se trata de encontrar un equilibrio.

-Ley de atracción, mediante.

-Hay algo de eso, de una energía que está fluyendo. Uno se mueve y todo se mueve.

-¿Personalmente también?

-Completamente, sin dudarlo, cuando te quedas estancado y te quedas quieto con miedo a… no vas a ninguna parte. En la vida, si mueves una pieza, el área a su alrededor también comienza a moverse.

-Recuerdo haberte visto en el musical Annie…

-¿Me viste en Annie?

-Sí, claro, en Lola Membrives. Mi referencia iba dirigida a saber si el hecho de haber trabajado desde niño te quitó algo.

-Sí, claro que hubo cosas que me quitó. Trabajar cuando era niño me alejó de ser un niño común y corriente y salvaje y, en cambio, me crié en un mundo de adultos. Inevitablemente tenía responsabilidades que venían solas, porque tenía que mantener un horario de trabajo, pero me gustaba, nunca me obligaron, me acompañaron.

-¿Siempre lo elegiste?

-Sí, pero si pienso en la educación de mi hija cuando era niña me salté muchos pasos.

-¿Te acompañaron tus padres?

-Muy. Durante la escuela, trabajé en la redacción de noticias e hice tareas escolares en el bar del canal, vivía en los canales.

-A veces los niños tienden a ser crueles con sus compañeros “famosos”. ¿Te molestaron?

-Sí, no me divertí en la primaria. No voy a negar que era una chica muy reservada, me llevaba muy bien y era picante, mucho más picante de lo que soy ahora.

-Se te percibe como una persona tranquila, alejada de todo el ruido del ambiente.

-Pero de niña era valiente, muy desinhibida; Luego me convertí en una mujer más tímida. Además de mi personalidad, mis compañeros no me entretenían.

-Tú eras “el de la tele”.

-Ella era “la famosa”, pero yo también hago mi mea culpa. En realidad, el grupo de la escuela primaria no era un grupo amigable, aunque tenían muy buenos profesores.

En la secundaria, las aguas se calmaron. El grupo era más armonioso y, ciertamente, Wexler era una joven más equilibrada, menos aturdida por la fama temprana. “A los quince me casé”, recuerda y confiesa que, de esa época, todavía tiene una amiga y, sobre todo, un gran vínculo de amistad nada menos que con quien era profesora de literatura: “Somos muy buenos amigos, ella vino a mi fiesta número cincuenta; Cuando entró al aula me causó mucha admiración. Nos llevó al teatro, era de esos profesores con conocimientos que mezclaban rigidez con pasión”.

Hoy, está concentrada en leer Como Gratitud de Delphine de Vigan, pero, siendo adolescente, influenciada por aquella maestra que le dejó una huella imborrable, incluso se atrevió a “dibujar el mapa de los Buendías, se pasaba horas marcando ese álbum”. ”, en relación a su apellido que recorre Cien años de soledad, novela de Gabriel García Márquez. Cuando piensa en literatura, también piensa en Gabriela Cabezón Cámara y su novela Las aventuras de la China de Hierro.

Eleonora Wexler en el bar del teatro Picadero Santiago Filipuzzi – LA NACION

En septiembre, Eleonora Wexler protagonizará una comedia dirigida por Nelson Valente en el teatro Picadero, teatro regentado por el empresario Sebastián Blutrach, actualmente su pareja.

-¿El teatro Picadero sería como un nuevo hogar para usted?

-Podría ser, ¿no?

Se ríe y, aunque sin desconocer la astucia de la pregunta, continúa con la suya: “Siempre ha sido un hogar porque es un espacio que funciona en una mezcla entre el fuera de campo y el teatro comercial, con una programación que hace que el actor ”. Parece muy cercano”.

-Cuéntame un poco…

-Debutamos en septiembre…

-Me refería a tu pareja con Blutrach.

-Ah, estamos muy bien.

-¿Cuánto tiempo lleváis de pareja?

-Hace un año la amistad pasó a otro nivel. Somos amigos muy cercanos, nos conocemos desde hace muchos años, es una persona que admiro profundamente y amo quien es.

-¿Viven juntos?

-No no no.

-Muy enfáticamente, ¿no hay planes al respecto?

-No, cada uno tiene su casa, ya somos grandes. Me gusta tener mi espacio, estar con mis perros.

-Se encuentran en Picadero.

-Por supuesto, y para viajar, compartir y disfrutar.

-¿Cómo toma su hija Miranda este tipo de decisiones? ¿Te apoya?

-Sí, claro, ella me sienta en el banco y me escucha y yo la escucho. Ella es enorme y maravillosa, estudia gestión deportiva, algo que tiene que ver con su amor por la equitación y los caballos, un vínculo que no sabemos de dónde viene, pero que les llegó cuando tenían tres años. Vino con esto.

-¿Cómo llevas la actuación…?

-Exactamente, por eso ambos entendemos la pasión, algo que a veces es difícil de encontrar.

-¿Tienen un buen vínculo?

-Hoy es una hermosa mujer que me acompaña en la vida, aunque ya pasamos por todo, como suele pasar en estos vínculos entre madres e hijas.

-Ahora, ¿qué vas a estrenar en Picadero?

-Esta es una comedia que se llama La Mentira, de Florian Zeller, que dirigirá Nelson Valente, y que haremos con Gonzalo Heredia, Alexia Moyano y Lautaro Delgado.

-Antes hablábamos de la “curaduría” de tu carrera y uno de los aspectos que definen tus elecciones es la mezcla entre audiovisual y escena.

-Es cierto, pero después de la pandemia me costó encontrar materiales teatrales que quería hacer.

-Hiciste el testamento de María en el teatro San Martín, María para María en el Picadero…

-Pero eran solo un hombre, ahora tenía muchas ganas de trabajar con otros compañeros y hacer comedia… ¡deja de sufrir!

-¿Alguna vez en tu vida te ha pasado decir “dejé de sufrir”?

-Sí, claro, pero cuando era más joven. Mi hija, en este sentido, era más sencilla. Cuando era adolescente, me torturaron más.

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