FALLECE TCHÉKY KARYO, UN ICÓNICO ACTOR FRANCÉS
Tchéky Karyo, un reconocido actor francés nacido en Turquía, ha fallecido a los 72 años tras una lucha contra el cáncer. Su familia confirmó la noticia el viernes a la agencia de noticias AFP.
UN LEGADO EN EL CINE Y LA TELEVISIÓN
Karyo se destacó en varios roles memorables a lo largo de su carrera, que abarcó más de cuatro décadas. Uno de sus papeles más recordados fue el detective Julien Baptiste en la serie de la BBC The Missing, donde buscaba niños desaparecidos en dos temporadas emitidas en 2014 y 2016. Este personaje tan querido regresó en el spin-off Baptiste en 2019, donde Karyo expresó su satisfacción por volver a interpretar un rol tan querido, señalando el afecto del público hacia su personaje.
Además de The Missing, Karyo participó en películas icónicas como La Femme Nikita (1989), donde interpretó a un manipulador del gobierno, y tuvo papeles secundarios en Bad Boys (1995) y GoldenEye (1995), la primera película de James Bond protagonizada por Pierce Brosnan. También fue parte del elenco de 1492: La conquista del paraíso (1992), donde personificó al constructor naval Martín Alonso Pinzón.
UN ESTILO DE VIDA ARTÍSTICO Y FILOSÓFICO
The Times de Londres describió a Karyo en 2014 como “el símbolo sexual francés por excelencia: fuerte, guapo, de voz suave y dado a la filosofía, el arte y el yoga”. Su enfoque en la vida y el arte no solo lo llevó a la actuación, sino que también se aventuró en la música, lanzando dos álbumes en los años 2006 y 2013.
Karyo nació en Estambul el 4 de octubre de 1953, en una familia de clase trabajadora. Tras la separación de sus padres, enfrentó momentos difíciles en su juventud, lo que moldeó su enfoque artístico. Su carrera despegó en 1982 al recibir el premio César por su actuación en La balanza. Desde entonces, se convirtió en un rostro conocido en la industria del cine francés e internacional.
RECORDANDO A UN ICONO
Su extenso currículum incluye una variedad de géneros, desde la comedia romántica en Addicted to Love (1997) hasta películas dramáticas como The Core (2003) y A Very Long Engagement (2004). A pesar de su éxito, el actor siempre mostró una profunda conexión con su público y un amor genuino por su oficio.
Karyo deja atrás a su segunda esposa, la actriz Valérie Keruzoré, y a sus hijos, Louise y Liv. Su legado perdurará a través de sus memorables actuaciones y su influencia en el mundo del cine.
UN ADIÓS A UN GRANDE
La noticia de su fallecimiento ha dejado una profunda huella en sus seguidores y compañeros de trabajo, quienes recuerdan su carisma y talento. La comunidad del cine y la televisión está de luto, pero su impacto se mantendrá vivo en las obras que dejó.
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