Creemos que algún día regresaremos

MARTÍN O’CONNOR Y SU EXPERIENCIA EN LES LUTHIERS

El famoso humorístico grupo argentino Les Luthiers ha tenido un impacto significativo en la cultura del entretenimiento en español, y Martín O’Connor ha sido parte de esta historia desde 2012. En una reciente entrevista con MDZ, O’Connor compartió su recorrido en el grupo y sus reflexiones sobre su tiempo con ellos.

UNA ENTRADA DE SUEÑO

Desde muy joven, O’Connor tuvo una conexión especial con Les Luthiers. A los 11 años, escuchaba los álbumes de esta icónica agrupación, que su padre veneraba. Sin embargo, su primera oportunidad real llegó en 2012 cuando reemplazó a Marcelo Trepat en una función en el Teatro Gran Rex. A pesar de haber intentado unirse al grupo años antes, su camino se vio frustrado por su juventud. Pero, tras años de preparación, finalmente logró subir al escenario.

UN LEGADO INSUSTITUIBLE

O’Connor enfatiza que no reemplazó a Daniel Rabinovich, uno de los miembros más queridos de Les Luthiers, sino que ocupó su lugar de una manera especial. Rabinovich era una figura única cuya pérdida en 2015 dejó una huella importante en el grupo. El desafío era enorme, y se sentía como aprender y crecer al lado de grandes íconos como Rabinovich y Marcos Mundstock. La adaptación fue clave para mantener viva la esencia del grupo, incluso mientras se enfrentaban a la despedida de algunos de sus miembros fundadores.

VALORES Y DINÁMICA DE GRUPO

Una de las características más destacadas de Les Luthiers es la ausencia de rivalidades profesionales. O’Connor describe cómo, a menudo, en el mundo del humor, los egos pueden chocar. Sin embargo, en Les Luthiers, la prioridad era siempre el grupo. Esta filosofía permitió que cada miembro pudiera contribuir sin miedo a eclipsar a los demás. La meticulosidad de Mundstock sobre los tiempos de la actuación y el perfeccionismo de Jorge Maronna en cada detalle del espectáculo son ejemplos de cómo el compromiso de todos hacia la excelencia enriqueció sus presentaciones.

PÉRDIDA Y CONTINUIDAD

La partida de Rabinovich en 2015 y de Mundstock en 2020 fue un golpe difícil de afrontar para el grupo. Sin embargo, decidieron continuar su legado y explorar nuevas formas de hacer reír al público, manteniendo la esencia que hizo famoso a Les Luthiers. A pesar de que ciertos momentos son irremplazables, O’Connor mantuvo la perspectiva positiva de que el humor y la música pueden unir a las generaciones. Desde su perspectiva, es importante reírse de una manera sana, sin utilizar lenguaje ofensivo, lo que hace que su espectáculo sea especial para toda la familia.

LA DESPEDIDA DE 2023

La última gira de Les Luthiers, titulada “Mastropiero que nunca”, fue una experiencia emotiva para O’Connor y el resto del equipo. En lugar de centrarse en el final, el grupo decidió disfrutar cada función. Sin embargo, al llegar al último show, las emociones se intensificaron, y O’Connor confesó que le costó contener la lágrima. Aunque la disolución del grupo marca un cierre, él no descarta un posible regreso en el futuro, ya que cree que las nuevas generaciones merecen seguir disfrutando del teatro en vivo, aunque quizás no con el mismo nombre.

REFLEXIONES FINALES

Martín O’Connor describe su tiempo en Les Luthiers como “la fresa del postre de mi vida artística”. Esta experiencia ha sido enormemente significativa para él, y aunque se aleja de los escenarios, sigue en contacto con sus compañeros. A medida que el grupo se despide, su legado sigue vivo, marcando una diferencia en la forma en que se entiende y se celebra el humor en el mundo hispanohablante.

La historia de Les Luthiers y sus integrantes deja un mensaje claro: el amor por el arte, el respeto mutuo y la alegría compartida son el verdadero motor de un buen espectáculo. ¿Te gustaría seguir conociendo más sobre las últimas noticias y reflexiones sobre el mundo del entretenimiento? Visita nuestra página de NOTITEL y síguenos en Facebook para no perderte ninguna novedad.

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