EL DESAFÍO DEL PLANO LARGO EN EL CINE
El uso del plano largo, una técnica cinematográfica que involucra grabar una escena en una sola toma sin cortes, es considerado uno de los mayores logros en la producción de películas. Esta técnica no solo requiere una excelente coordinación entre el equipo de filmación sino que también es un verdadero reto creativo, donde un pequeño error puede arruinar todo el esfuerzo. Películas como GoodFellas, Children of Men y Birdman son ejemplos famosos que han capitalizado este estilo.
UNA NUEVA APROXIMACIÓN EN EL CINE CHINO
Sin embargo, el cineasta chino Bi Gan ha llevado esta técnica a otro nivel con su nueva película de ciencia ficción Resurrección. Esta obra destaca por tener una impresionante toma de 30 minutos filmada en una sola secuencia, superando el récord previo establecido en 1917 de Sam Mendes, que tiene un segmento de nueve minutos. En Resurrección, el espectador sigue a los personajes desde una peligrosa pelea en un muelle hasta un bar de karaoke, todo mientras explora un romance que toma un giro inesperado. Este tipo de toma provoca una experiencia visual deslumbrante y única, totalmente diferente a cualquier otra cosa en el cine actual.
Bi Gan, conocido por su capacidad para manejar tomas largas, ya había explorado este concepto en su anterior película Kaili Blues, que culminó con una toma de 41 minutos, y Long Day’s Journey into Night, con un final de 59 minutos en 3D. Su habilidad para crear estas secuencias continuas no es solo un logro técnico, sino también una forma de narrativa que permite al público sentir el paso del tiempo de una manera más intensa.
EL IMPACTO DEL PLANO LARGO
Durante una entrevista, Bi Gan explicó que estas tomas largas permiten que la audiencia se involucre de manera más profunda con el momento fílmico. Propone que al experimentar la acción en tiempo real, el espectador se sumerge más en la atmósfera de la película. En Resurrección, utiliza recursos como el time-lapse para jugar con la percepción del tiempo, acercándose a temas filosóficos y de memoria a través de la narrativa visual.
El director comparte que su intención es que el público no solo vea la continuidad de la toma, sino que también entienda la experiencia temporal única que ofrece. Al filmar una secuencia continua, el tiempo se siente comprimido y permite una conexión más significativa con la historia.
COORDINACIÓN Y CREACIÓN
Para ejecutar una toma de este tipo, se requiere una intensa preparación y coordinación. Bi Gan habla sobre cómo se trabaja en estrecha colaboración con directores de arte y otros colaboradores para encontrar la localización perfecta. La filmación de Resurrección involucró un minucioso proceso de ensayo que permitió a los actores y extras, en su mayoría no profesionales, interaccionar de forma auténtica con el entorno.
La dirección de la película implicó no solo grabar, sino también ensayar durante un mes, lo que incluye preparar a los actores en habilidades específicas como manejar un barco y cantar. Este tipo de preparación meticulosa es lo que le permite al director capturar una toma continua con éxito y sin interrupciones.
REFLEXIONES SOBRE EL FUTURO DEL CINE
Bi Gan concluye que, aunque algunas personas puedan esperar ver más tomas largas en sus futuras películas, no siente la presión de cumplir con tales expectativas. Él se enfoca en contar historias de manera única y visualmente impactante, sin adherirse a convenciones establecidas.
El compromiso de Bi con la técnica del plano largo no solo realza sus proyectos, sino que también permite al público experimentar el cine de una manera más emocional y visceral. Los seguidores del cine contemporáneo tienen mucho que esperar de su nuevo trabajo.
Resurrección está actualmente en cines selectos, y se posiciona como una experiencia cinematográfica que redefine los límites de la narrativa visual moderna.
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