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Entre el aroma del invierno y el brillo de las luces festivas, Luisana Lopilato dio la bienvenida a la época más esperada del año desde su casa en Canadá. “Entre luces navideñas, frío y paseos, estamos oficialmente en la temporada Bublé. Felicidad”, expresó la actriz a través de sus redes sociales, dejando claro que la temporada tiene, para ella y su familia, un significado especial: es un momento de reencuentro, alegría y música, que es interpretada por su esposo Michael Bublé, uno de los artistas más reconocidos del panorama internacional.
¿Qué significa para Luisana estar en la “temporada Bublé”? En estas semanas de diciembre las canciones resuenan en los hogares, en las calles, en los recuerdos. Pero para la familia Bublé-Lopilato la tradición trasciende lo musical: es un ritual íntimo y público al mismo tiempo, un puente entre su hogar y la comunidad.
La actriz trajo dos perfectas postales de este regalo para sus seguidores. En la primera, la actriz se detiene bajo el cielo oscuro de un parque, donde los árboles se cubren de luces azules, verdes y blancas, envueltas con precisión alrededor de cada rama. Destacan arcos de luz que emergen sobre la hierba a lo lejos, creando un paisaje onírico y sereno. Luisana porta un gorro de punto blanco, coronado con una borla, en el que aparecen las palabras “bublé” y “temporada” en tonos violetas y dorados. Su pelaje, voluminoso y de textura afelpada de color crema, le protege del frío durante las noches. Una camiseta blanca dice, en tipografía moderna, la frase “It’s bublé Season” en el pecho. Ella mira a la cámara, rostro iluminado por los reflejos de las luces, expresión tranquila, leve sonrisa y las manos escondidas en los bolsillos.
La segunda imagen refuerza el secreto encantado de la temporada. Luisana Lopilato, bajo un arco de madera adornado con cientos de luces verdes y azules, camina por un camino de grava que brilla con un efecto neón. Los arbustos decorados a ambos lados muestran luces en rosa, rojo y verde, sumergiéndolos en una atmósfera de fantasía invernal. El abrigo blanco y la camiseta homenaje mantienen el código, las botas de piel de oveja completan el look. Sus mejillas sonrojadas revelan la caricia helada de la noche.
Pero la celebración no se limita sólo a las casas o los parques. Luisana Lopilato también contó una historia diferente: un video en el que se la ve a ella y a sus vecinos deteniéndose frente a la casa de una vecina del barrio. El esfuerzo del vecino transformó la casa en un hipnótico espectáculo de luces navideñas, capaz de reunir a familias enteras en la acera. La imagen revela una escena cautivadora: varias personas, envueltas en abrigos, gorros y guantes, contemplan -algunos registrando, otros simplemente asombrados- el despliegue de colores.
El frente de la casa brilla con miles de luces multicolores que trepan por las paredes, perfilan el techo y decoran el jardín. Un colosal arco hinchable rojo y blanco custodia la entrada, simulando los tradicionales bastones de caramelo. Árboles de Navidad artificiales, muñecos de nieve y renos completan la escena. El reflejo de este brillo se duplica sobre el asfalto mojado, intensificando una atmósfera de libro de cuentos. Sobre la imagen, el texto resume el espíritu de unidad: “Nuestra parada anual en casa de nuestro vecino para disfrutar de las luces navideñas y contribuir con una donación al hospital infantil”.
Cada año, la visita a esa casa es más que un gesto: es un acto comunitario, un recordatorio de que la celebración se multiplica cuando se comparte y cuando, además, se convierte en ayuda. Las familias, conmovidas por el trabajo de sus vecinos, celebran y donan al hospital infantil local, sellando su compromiso de retribuir, aunque sea solo una parte de la alegría recibida.
“Temporada Bublé” es, para Luisana Lopilato, mucho más que la banda sonora de diciembre. Es la suma de pequeños rituales, la comunión con la familia, la generosidad de los vecinos y la certeza de encontrar, en la noche gélida del hemisferio norte, motivos para sonreír. La ciudad se ilumina, los recuerdos se multiplican y, en cada foto y vídeo, la actriz invita a revivir -con ella- el milagro de la Navidad en su versión más humana y cercana.
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