FALLECE EL DRAMATURGO TOM STOPPARD A LOS 88 AÑOS
El mundo del teatro ha perdido a una de sus figuras más brillantes: Tom Stoppard, un dramaturgo cuyas obras han deslumbrado y desafiado al público durante más de cinco décadas. Stoppard falleció recientemente a los 88 años, dejando un legado que incluye algunas de las piezas más significativas de la dramaturgia contemporánea.
UN CREADOR INNOVADOR
Stoppard, nacido como Tomáš Straussler en Checoslovaquia, tuvo una infancia marcada por el drama. Sus padres judíos huyeron de la invasión nazi en 1939 y su padre murió en la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra, él y su familia se trasladaron a Inglaterra, donde comenzó su carrera como periodista antes de encontrar su verdadera vocación en el teatro.
Conocido por su estilo distintivo y sus ideas innovadoras, Stoppard se convirtió en la referencia de un nuevo tipo de dramaturgia que mezcla filosofía, ciencia y deseos humanos. Términos como “stoppardiano” han sido acuñados para describir su enfoque único. Obras como “Jumpers” y “Arcadia” presentan combinaciones sorprendentes de temas como la gimnasia, la teoría del caos, y la historia.
ÉXITOS EN EL ESCENARIO Y EN LA PANTALLA
Su obra más emblemática, “Rosencrantz y Guildenstern han muerto”, se estrenó en el Festival de Edimburgo en 1966, lo que lo catapultó al reconocimiento internacional. Stoppard no solo se limitó al teatro, sino que también escribió guiones para películas, incluyendo “Shakespeare in Love”, que ganó un Oscar, y aportó su talento en proyectos de gran renombre como “Indiana Jones y la última cruzada” y “La venganza de los Sith”.
A pesar de su éxito, Stoppard también fue conocido por su naturaleza sociable y su humor encantador. Su vida personal estuvo marcada por tres matrimonios y amistades con otros grandes del arte y la literatura, como Simon Gray, quien comentó sobre la envidiable suerte y talento de Stoppard.
UN DRAMATURGO POLÉMICO
La carrera de Stoppard no fue solo un recorrido de victorias. Aunque su trabajo es aclamado por su inteligencia, algunos críticos lo consideraron a veces “demasiado inteligente para su propio bien”. Sin embargo, su obra “La cosa real”, estrenada en 1982, marcó un cambio de tono en su carrera, explorando temas de amor y fidelidad. Esta obra, según su biógrafa Hermione Lee, fue vista como uno de sus logros más grandes y significativos.
A pesar de su influencia en el mundo del arte, Stoppard tenía una perspectiva política que lo distinguía de muchos de sus contemporáneos, autodenominándose un “tímido libertario” y mostrando admiración por figuras políticas controvertidas.
REFLEJANDO SUS ORÍGENES
A lo largo de su carrera, Stoppard exploró sus raíces y el impacto del conflicto en Europa. Su última obra, “Leopoldstadt”, lanzada cuando tenía 80 años, se centra en una familia judía vienesa y abarca un amplio período de transformación social y personal, desde 1899 hasta 1955. Esta obra es un reflejo de su profunda conexión con su herencia, que redescubrió en la adultez.
La muerte de Tom Stoppard marca el final de una era, pero su contribución al teatro y su capacidad para desafiar al público con ideas complejas eternizarán su legado.
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