El día en que Paul Newman reveló el secreto de Scorsese para obtener lo mejor de sus actores

Paul Newman fue una de las figuras más emblemáticas de Hollywood. Con una carrera que cubrió más de cinco décadas, el actor dejó una marca indeleble en la industria del cine.
Su talento y carisma lo convirtieron en la primera opción para muchos proyectos, aunque no dudó en rechazar el trabajo que luego se convertiría en clásicos como Harry, sucio o contacto en Francia.
Sin embargo, su legado se consolidó con películas como El Bold, la leyenda de lo indomable y butch Cassidy y Sunday Boy. Su pasión por el cine lo mantuvo activo hasta su muerte en 2008, informa mucho.
A lo largo de su carrera, Newman ha trabajado con directores de renombre como Richard Brooks, Sidney Lumet, Robert Altman y Sam Mendes.
Pero una de sus colaboraciones más prominentes ocurrió en 1986, cuando, más de 60 años, protagonizó el color del dinero, dirigido por Martin Scorsese. Esta película, Sequela de El busca, tomó, para compartir una pantalla con un joven Tom Cruise, que tocó su protegido en la historia.
A pesar de su experiencia y prestigio, Newman nunca adoptó una actitud condescendiente con los directores más jóvenes. Por el contrario, admiraba el trabajo de Scorsese y valoraba su forma de tratar con el set.
En The Directores: Take Three, Newman, Newman, destaca una calidad única del director de Toro Wild: su capacidad para dar a los actores la libertad y al mismo tiempo saber cómo intervenir cuando sea necesario.
“Pero lo maravilloso de él, que la mayoría de los directores no pueden hacer es que si tienes problemas e vas al director y dice 'estoy en problemas', el director seguro sabe cómo sacarlos de ellos. Eso es lo que puede hacer.
Este comentario no fue más pequeño. Newman, que se había graduado del estudio del actor en Nueva York, era conocido por hacer muchas preguntas sobre sus personajes y motivaciones. Esta metodología, basada en una explotación interpretativa profunda, no siempre fue bien recibida por todos los directores.
Clint Eastwood, por ejemplo, es famoso por su enfoque directo y eficiente que deja poco espacio para largas discusiones sobre los personajes. Scorse, por otro lado, encontró el equilibrio perfecto entre permitir que sus actores desarrollen sus propios enfoques y los guíen cuando sea necesario.
Aunque el color del dinero no está entre las mejores películas o Newman o Scorsese, su impacto fue significativo para el actor. Principalmente, la película ha servido como vehículo para la Academia de Hollywood para finalmente otorgar el Premio Oscar al Mejor Actor, un reconocimiento que se ha escapado durante años.
Cuando Newman murió en 2008, Scorsese fue uno de los primeros en rendir homenaje, afirmando que la historia del cine sería “impensable” sin su presencia.
“Mi propia experiencia trabajar con él en el color del dinero fue una alegría”, recordó el director. “Y mis recuerdos de nuestro tiempo juntos son hermosos”.
Además de los premios y el reconocimiento, la colaboración entre Paul Newman y Martin Scorsese fue el reflejo de dos grandes talentos que sabían cómo encontrar un punto de conexión en el arte del cine.
Newman, con su dominio interpretativo, y Scorsese, con su capacidad para dirigir y comprender a los actores, mostró que la admiración y el respeto mutuos son ingredientes esenciales para crear cine de calidad.
La relación entre los dos no se limitó a una película. Scorsese siempre mostró un profundo respeto por la cifra de Newman, considerando un símbolo de integridad y dedicación al comercio. El actor, por otro lado, dejó en claro que trabajar con el director de taxis había sido una experiencia enriquecedora. El color del dinero puede no ser el trabajo, sino un testimonio de cómo se pueden encontrar dos generaciones de cineastas en el mismo proyecto y aprender unos de otros.